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Skate personalizado





Feliz día de la creatividad amigxs! Para celebrarlo hoy quiero compartir con vosotrxs parte del proceso de restauración y personalización de la tabla de skate que subí ayer a mi IGTV.


Experimentar y lanzarme a hacer ciertas cosas para las que antes creía no tener tiempo está siendo mi mayor terapia y entretenimiento ante esta situación. Nunca he sido muy buena con el ejercicio físico, pero siempre he sido una amante de los deportes relacionados con una tabla: skate, snow, surf... bien por su relación con la naturaleza, por la energía que me transmite la gente que suele realizarlo o porque siempre estuvieron en mi lista de cosas por hacer, aunque sea una vez en la vida (y que afortunadamente puedo decir que cumplí!). Además, tengo la suerte de poder compartir estas aficiones con mi pareja y siempre comentamos lo guay que sería poder crear nuestros propios diseños.



Así que, dado que terminamos de pintar la casa y buscabámos redecorar algunas zonas, que teníamos una tabla de skate antigua a la que no dábamos uso y fusionando su faceta como chapista con la mía de dibujante, decidimos que este era el mejor momento para probar y nos pusimos manos a la obra!




Tabla original y tabla restaurada



Aquí podéis ver como estaba la tabla antes de ser restaurada (primera imagen) y una vez restaurada y fondeada de blanco (segunda imagen). Tras muchas lijas, un poco de masilla y varias capas de esmalte en spray, ya tenemos la tabla más suave que el culo de un bebé y nuestra base preparada para pintar!


Era la primera vez que hacíamos esto y tampoco teníamos muy claro si iba a funcionar ni cuales eran los materiales óptimos para ello, igualmente, tampoco podíamos ir a ninguna tienda especializada en este tipo de cosas dadas las circunstancias, así que tendríamos que conformarnos con lo que tuviésemos por casa y lo que pudiésemos encontrar en Carrefour!


Estos son algunos de los materiales que utilizamos finalmente:




Rotuladores negros de tres grosores diferentes



Imprimación acrílica negra en spray



Lo primero que hicimos fue buscar imágenes de inspiración para nuestro diseño (en Pinterest, obvio) y hacer una especie de montaje digital para ver como quedaría sobre nuestra tabla. Teníamos claro que queríamos un diseño a linea para no complicarnos demasiado, que fuese con nuestro estilo y que combinase con los tonos grises de la habitación, pero que también pudiese quedar bien en otros rincones si en un futuro decidíamos cambiarla de sitio, así que nos decantamos por el blanco y negro, que nunca falla.


Una vez elegido el diseño me dispuse a encajarlo a lápiz sobre la tabla para tener una guía y asegurarme de no cagarla después, enfocándome únicamente en los grandes rasgos y en ajustar las medidas, no era necesario detenerme mucho en los detalles ya que nuestra referencia era bastante abstracta y podía ir inventándomelo sobre la marcha.

Después pasamos a la acción! Con la base blanca y el dibujo encajado, empecé a repasar el dibujo con los rotuladores que os he enseñado antes, y aquí va mi opinión: los rotuladores permanentes de Staedler no funcionaban muy bien, a pesar de ser nuevos no están pensados para este tipo de superficies y se secaban constantemente, así que me ayudé de un folio para ir limpiando las puntas. El único que recomiendo es el rotulador Paint Marker 3.0 de Alpino, que sí es especial para todas las superficies y el pigmento cubre mogollón, afortunadamente tenía uno por casa, desafortunadamente sólo tiene un grosor, por eso decidimos utilizar igualmente los tres rotuladores y así poder combinar más detalles.







Al terminar todo el diseño, lo cubrimos con plástico delimitando con cinta los bordes para poder pintar de negro la parte sobrante de la tabla y crear un efecto de mayor profundidad. Para esto utilizamos el spray, que en este caso es una imprimación acrílica que ya teníamos. Aunque al ser negro es muy fácil que quede todo bien cubierto, lo más recomendable sería utilizar un esmalte en spray y no una imprimación, ya que se obtiene un negro mucho más puro.


Retiramos el plástico y las cintas, retocamos con el rotulador (el bueno) las partes que han quedado blancas y los detalles que puedan faltar y ya tenemos nuestra tabla personalizada y lista para colgar!


Este es el resultado final, con el que estamos bastante contentos para ser nuestra primera vez!!







¿A vosotrxs qué os parece? Puedes dejarme tu opinión en los comentarios.

Y si tienes alguna tabla u otro objeto viejo por casa al que no le des utilidad, te animo a redecorarlo y darle una nueva vida. Después puedes compartir conmigo el resultado a través de mis redes sociales, me encantará verlo!


Dale al play para poder ver en imágenes un resumen de todo el proceso.

¡Hasta la próxima!





 
 
 

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© Clara Terrasa

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