Invitación de boda M&T
- Clara Terrasa
- 12 sept 2019
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 30 ene 2020

Desde bien pequeñita sabía que quería dedicarme a algo relacionado con el arte, siempre me gustó dibujar y no tardé en enfocar mi camino en ello para empaparme de todo lo relacionado con este mundo. Pero, como bien sabréis, este mundo es más grande de lo que parece; es, más bien, un universo lleno de posibilidades.
Con el paso de los años he ido delimitando mi trabajo, descubriendo mi estilo y conociendo las diferentes maneras de aplicarlo en función de su finalidad. Uno de los ámbitos que más me llaman la atención y para el que ya llevo trabajando varios años a través de los retratos son las bodas. Ese día tan especial para la pareja que se va a dar el "sí quiero", acompañados de todos sus seres queridos, rodeados de flores, luces, música... ¿No os parece algo mágico?
Anteriormente me habían encargado retratos para regalar a los prometidos, ilustraciones para regalar a los invitados más especiales, láminas de huellas, logotipos e iconografías para la imagen personal de algún fotógrafo de boda pero, hasta ahora, nunca había tenido la oportunidad de realizar el diseño completo de una invitación.
Así fue hasta que aparecieron Marina y Toni. Una pareja que tuve el placer de conocer gracias a una amiga en común.

"Andábamos sin buscarnos pero sabiendo que andábamos para encontrarnos"
- Julio Cortázar -
Ellos conocían mi trabajo y, aunque nunca me habían hecho ningún encargo, decidieron estrenarse a lo grande. Cuando nos contaron que se iban a casar, me comentaron que buscaban algo original, querían sorprender a sus invitados y que sus invitaciones no se convirtiesen en un simple papel que guardas en el fondo de la caja de recuerdos.
Y a raíz de esto, surgió todo.
No tenían una idea concreta, aunque sabían que querían contar con uno de mis retratos, así que empezamos por aquí. Nos reunimos, compartimos fotos, ideas, inspiración y así empezamos a encajar una por una las piezas que acabarían conformando este puzzle.
Ellos son personas sencillas, humildes y naturales, y esto es lo que querían transmitir. Poco a poco todo fue cogiendo forma: una foto donde ambos se sintieran reflejados, un elemento de la naturaleza, un toque de color y una tipografía clásica pero sin demasiadas florituras, que pudiesen combinar de diferentes maneras para otros elementos de papelería y así mantener una imagen coherente en todos los detalles. El formato lo tenían claro, un díptico tamaño postal que se desplegase verticalmente, para que después pudiesen colocarlo en cualquier rincón de su hogar a modo de recuerdo.
Tras varios bocetos y composiciones, dimos con el diseño definitivo y, partiendo de la imagen principal, diseñamos pequeñas variaciones para el interior y el sello que utilizarían para marcar las etiquetas de los regalos. Sólo faltaba su confirmación para llevar a imprimir, un par de pruebas con diferentes papeles y... Voilà! Este es el resultado final!



Muchísimas gracias a ambos por depositar en mi toda vuestra confianza, espero que vuestros invitados lo reciban con la misma ilusión con la que yo he trabajado en este proyecto y, para vosotros, todos mis mejores deseos en esta nueva etapa que vais a emprender juntos.
...que siga la magia!
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